Mi sueño hecho realidad



Quiero compartir con ustedes el más hermoso sueño que jamás haya tenido.

Desde que murió mi marido todos los días me acuesto pensando que quiero soñar y deseo tener un sueño que de algo que jamás pueda vivir y algo de fantasía, tener dinero y lo primero que haría sería hacer un viaje con la familia.

Hoy se me concedió después de más de cien noches tratando de soñarlo y fue mejor que como lo planee. Mi sueño empezó que en mi casa encontraba un dinero que dejó mi marido, lo primero que hice fue hacer ese viaje con la familia.
 Nos fuimos a la sierra, un lugar hermoso en la naturaleza, un lugar al que ya había ido antes.

Ahí estábamos mi papá trayendo leña, mi mamá cocinado en el disco, de pronto mi mamá me dice que me hablan por teléfono pero lo raro era un teléfono de casa, yo dije ¿quién me llama? Y aquí contesté ¡y era mi ex marido! Casi no lo escuchaba y él me decía que porque no le había dicho que estaba sufriendo, de pronto miré una estrella que cayó y pensé "no pedí un deseo".

 Luego me vuelve a decir que porque miraba más estrellas que caían del cielo cada vez más y me sentía tan bien. Recuerdo que él me platicaba que tenía un buen trabajo que le estaba yendo muy bien. Yo estaba feliz de ver el cielo con tanta estrella cayendo y de pronto miré un cometa hermoso que cruzo de lado a lado del cielo. Yo no quería dejar de ver el cielo.

Recuerdo que quería tomar fotos y mi celular no servía y ahí donde estaba sentada me encontré una camarita de plástico chiquitita con un botón negro, algo como de juguete pero cada vez que miraba algo hermoso le tomaba fotos porque nadie lo miraba más que yo, luego mi ex marido me vuelve a preguntar porque no le había dicho que estaba sufriendo y le contesté "¡No es verdad! Estoy feliz, me siento feliz por lo que estoy viendo".

 Colgué el teléfono, me levanté, fui hacia el precipicio del barranco y miré en lo alto de una montaña un platillo volador con muchas luces ¡era hermoso! y miré que empezaron a bajar muchos de diferentes formas, pero muchas cosas del cielo también como: cometas, estrellas fugaces, platillos voladores y asteroides.

 Todo brillaba tanto en el cielo y empezaba a bajar a las montañas a la vista que yo tenía. Era hermoso el lugar, y de pronto en un tronco miraba dos mujeres de negro con la boca muy roja y se besaban, pero enfrente de mí había tanta cosa maravillosa que de repente llega un hombre con una camisa blanca de ahí del fondo del barranco... Pero no tenía alas ni caminaba.

Flotaba en el viento, se acercaba a mí y yo le decía ¡que hermoso es todo esto! él me decía ¿ya miraste hacia allá hacia esa puerta que está ahí enfrente de ti? Cuando la miré fue tan grande mi sorpresa que era un árbol que formaba una puerta, estaba inmensamente grande esa puerta y con una luz , con un resplandor tan brillante... pero estaba en lo más alto de toda la vista de tantas y tantas montañas que había ahí. En medio había un precipicio enorme y yo le dije al hombre, "yo quiero ir ahí".

El me dijo "es muy difícil llegar ahí..." Y yo dije "no me importa lo que tenga que hacer para llegar ahí, ni lo que tenga que caminar, ni sufrir pero quiero ir a ese lugar ¿tú me puedes ayudar?" dijo que si. Luego caminé hacia un pequeño piso que había al final del barranco. Me disponía a subir a su espalda y agarrarme del cuello para poder empezar mi recorrido, cuando él me dice "cuando llegues ahí se te concede un deseo". -Sabes que deseo pedir -pensé para mis adentros- "si claro que tengo un deseo".

 Luego, escucho a mi mamá que le dice a mi hermana "no vayas hija, no quiero que pidas eso", y mi hermana responde "no te preocupes mamá te prometo que no lo pediré". A mí se me vino por la mente que ella quería mirar a un amigo que acababa de fallecer tiempo atrás.

 Recuerdo que el muchacho que iba a cargar a mi hermana era feo, chaparro, moreno y con ropa oscura. Y el que me cargaba a mí era hermoso, su piel muy blanca su camisa muy, muy blanca su cabello oscuro y muy limpio, muy peinadito. Me tomé de su cuello, subí a su espalda y de pronto se deslizó hacia el barranco con una velocidad enorme, no sentí miedo...

Sentí tanta tranquilidad que empecé a respirar con una paz inmensa dentro de mí. Recuerdo que me sentía tan segura, tan protegida con ese hombre. Sentía tanta paz en mí, recuerdo que el olor que respiraba era a paz, a río, a árboles, a lluvia y arena.

 De pronto, conforme volábamos se acercaban a mi unas mujercitas pequeñitas con alitas hermosas de muchos colores, eran tantas y tantas sonriéndome, se me arrimaban y cada vez que me tocaban me sentía dichosa y feliz por vivir todo eso que estaba viviendo en ese momento. Tanta estrella fugaz, cometas hermosos, unos duendecillos tan divinos, todo era tanta fantasía tan enorme pero hermosa, me sentía como en la película de avatar así miraba yo y así me sentía cuando ellos volaban de un lugar a otro.

 Luego fuimos bajando más abajo del barranco y había tanta gente saliendo de las cuevas, de las rocas, bajando de las montañas, un viejito le dijo al hombre que porque me llevaba si bien sabía el que yo no podía estar ahí. Paramos en el suelo y de repente miro que el viejito le pega a mi hermana en la cara y ella se desmaya y el muchacho que la llevaba a ella se fue cargándola en los brazos caminando, yo le pregunte al hombre porque le pegaba a mi hermana. Una viejita me tomó el hombro y me dijo "no te preocupes tu hermana va a sanar".

La viejita era muy canosa y sucia de su ropa. Volteó, miró hacia mi hermana y ella iba caminando pero cojeaba del pie mucho. Volteó a mirar a la viejita, me nació acariciarle su cabello y le dije "gracias señora". Toda la gente que estaba ahí eran como indigentes, muy sucios y todos con ropas oscuras.

El único que traía camisa blanca y limpia era el hombre que me cargaba. Caminamos hacia un puente y ahí el puente estaba tirado. Mi hermana ya había cruzado caminando, ella empezaba a subir la montaña rengueando de su pie, luego el hombre se sienta en un lado del puente izquierdo y yo en el derecho. Estaba partido por la mitad, cada quien estaba en un pedazo de cemento, ahí había un árbol muy grande.

 Cuando yo le digo "vamos" mi hermana ya va allá y nosotros como vamos a cruzar, yo pensé que él me iba a cargar como cuando bajamos.
 De pronto se escuchó un estruendo muy fuerte , era un hombre que traía otro hombre en su espalda y chocó con una roca y saltaron muchas piedras pequeñas pero no se lastimaron. Ellos siguieron el camino que llevaba mi hermana y yo le digo al hombre, "¿por qué vienen ellos? Pensé que solo éramos nosotros que tú me habías concedido eso a mí que era especial" y otra voz me contesta que él es el siguiente, que cada 5 minutos llega uno.

Y yo respondí "ya vámonos pues que hacemos aquí ya quiero llegar a la puerta", la miraba tan hermosa y con tanta luz pero el hombre hablaba poco y me dice "¿ya sabes cual deseo vas a pedir cuando llegues a la puerta? que tu hermana ya lo pidió". Volteo a mirar a mi hermana, ya no cojeaba se veía tan contenta y con tanta energía que iba muy alto de la montaña y el muchacho que la llevaba estaba muy abajo siguiéndola, cansado y ella no, ella tenía mucha energía y caminaba bien.

 Cuando miré eso, jamás me imaginé que su deseo fuera sanar su pie, yo pensé que ella pediría amor o algo así. Mi impresión fue verla sana y que su deseo se le había cumplido pero me dio miedo verla tan arriba de la cima y tan feliz.
 No la detenía nada, ella ya no volteaba atrás pensé "ella si va a cruzar la puerta." Cuando me pregunta que cual era mi deseo no supe que contestar porque mi deseo que yo iba a pedir, era que Dios me regresara a mi marido y cuando miré tanta felicidad en ese mundo, tanta fantasía, no quise que él dejara eso.

Quise que él fuera feliz como me sentía yo. Si yo todavía no cruzaba la puerta ya era feliz con todo lo que miraba, sabía que dentro de esa puerta estaba algo mejor y no quería sacarlo de ahí, porque él no estaba entre los indigentes, él ya había cruzado la puerta y ahí quería se quedara.
 Lo otro que podía pedir era amor y el amor ya lo había sentido desde que miraba las estrellas, estaba sintiendo tanto amor y tanta felicidad al tener tanta fantasía que me di cuenta que ya no tenía ningún deseo, que ya era feliz y que amaba a mi marido y a mi hermana.

Fue cuando miré que lo tenía todo. Miré que Dios me amaba tanto que me concedió ese viaje de fantasía hacia las puertas del cielo, y desde que va uno es hermoso todo lo que va mirando a su paso.

 No imagino lo que hay al cruzar esa puerta, entendí que Dios me ama por haberme mostrado un poco del camino que recorrió mi marido y ahora me siento feliz porque sé que está bien, en un lugar mágico y que cuando vaya ahí también seré feliz, pero que todavía no era mi tiempo, algo tengo que hacer aquí para que él no me lleve y me haya mostrado su camino porque ya con esta son tres veces que llego a esa puerta, pero esta vez fue como lo quise, un sueño mágico de fantasía.

 De ahí desperté y desperté llorando, porque no crucé esa puerta, pero sé que un día lo voy hacer y hoy tengo que aprender a conformarme con lo que Dios me da. Me siento privilegiada de lo que conocí de ese mundo y esperaré el día que Dios me muestre el resto, que sé que será el más feliz de mi vida, como ese sueño que tuve, nunca había sido tan feliz como en mi sueño de fantasía, y le doy gracias a mi Dios porque él lo hizo realidad porque para él no hay imposibles.

 Bueno quería compartirles lo que viví anoche, porque lo que viví no fue un sueño, yo sentí esa paz, ese amor y esa felicidad. Hoy amanecí feliz, sonriendo con todo el mundo... Como en mi sueño de fantasía.

 Colaboración de Luna México
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Acerca Del Autor

Espero que este blog sea de tu agrado, favor de compartir si te gusto. Gracias
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